Vetusta Morla conquistan el Alma Festival en sus dos fechas
Los pasados 6 y 7 de junio, la banda madrileña de indie rock Vetusta Morla conquistó el corazón del Alma Festival, condensando varios años de trayectoria y consagrándose como unos maestros del directo.
Vetusta Morla durante su actuación en el festival Alma de Barcelona. Fotografía de Clara García.
Vetusta Morla es una de esas bandas cuya música ha acompañado a varias generaciones en los últimos años, además de haber conseguido que sus temas sean ya considerados himnos que se deben gritar a pleno pulmón. Por eso, el pasado finde, miles de asistentes pudieron hacer realidad esa necesidad de cantar con devoción cada canción del grupo.
Para abrir una noche mágica, que albergó dos horas de duración, el tema “Puentes” fue el encargado de anunciar la llegada de los madrileños, que fueron recibidos con aplausos desmesurados y vítores ensordecedores. Vetusta Morla aprovecharon las dos fechas en el festival Alma para presentar su último proyecto “Figurantes” (2024), un disco que lanzaron como obsequio antes de tomarse un retiro temporal para descansar a finales de año.
Vetusta Morla durante su actuación en el festival Alma de Barcelona. Fotografía de Clara García.
Uno de los puntos a favor de la banda, que sin duda denota los años de experiencia subidos en un escenario, es la naturalidad del vocalista, Pucho, quien transforma el escenario en una pista de baile dónde no se detiene y se desvive para interpretar cada melodía que entonan.
Es muy difícil, además siendo seis los integrantes que configuran el grupo, tener ese nivel de complicidad entre todos los músicos; pero para Vetusta Morla nada es imposible, y ellos hacen que parezca fácil. Tal nivel de compenetración traen al escenario con ellos que cada instrumento casa en perfecta armonía con los demás, consiguiendo arropar la voz del cantante y generando una sensación tan agradable como inexplicable.
Después de pasar por temas que consiguieron mantener al público despierto, como “Finisterre” o “La sábana de mis fantasmas”, tocó el turno de una de las obras maestras de la banda, “Copenhague”. Una canción que, al igual que el buen vino, ha seguido mejorando con los años, manteniéndose en el podio de las más queridas por los fanáticos y generando una energía en los directos capaz de reanimarte por dentro.
Vetusta Morla durante su actuación en el festival Alma de Barcelona. Fotografía de Clara García.
Tras un vis y un público aún insatisfecho a pesar de las casi dos horas de show que ya habían pasado por delante, la banda madrileña compensó ese merecido descanso que se tomarán con un cierre de show digno para recordar. Después de cerrar su actuación con temas como “Valiente” o “Sálvese Quien Pueda”, dejando el listón por las nubes, tocó despedirse de la mejor forma posible; con “Los Días Raros”. Y es que, después de ese agitado fin de semana para la banda, cualquiera que haya podido presenciar un directo de los madrileños es ahora consciente de la suerte que es poder ser figurante de sus conciertos.
